BIOGRAFÍA
MÁS SOBRE
Marc LarréMarc Larré (1978, Barcelona) cursó estudios de Bellas Artes en la Universidad de Barcelona y The Cooper Union for the Advancement of Science and Art en Nueva York. Entre sus exposiciones individuales destacan: ‘De aquellas fotos estos barros’, Fundación Suñol, Barcelona, 2017; ‘Sincronías’, R.O. Proyectos, Madrid, 2016; ‘Sincronías’, Galería Rafael Ortiz, Sevilla, 2015; ‘Nom és Acció’, La Capella, Barcelona, 2013; Cortex (junto al artista Gerard Ortín), Galería Estrany-de la Mota, Barcelona, 2012. Y entre las colectivas: ‘Tension and Conflict’, MAAT, Museu de Arte, Arquitectura e Tecnologia, Lisboa, 2017; ‘Customer Experience’, NCCA, National Centre for Contemporary Arts, Moscú, 2015;’ Nonument’, Museu d’Art Contemporani de Barcelona, 2014; ‘Modifications 2010’, Aarhus Art Building, Dinamarca, 2010.
PROYECTO
‘Sincronías 2016’, 2017
(Videoinstalación. 10 piezas artesanales y vídeo, 25’02”)
‘Sincronías 2016’ presenta a diez artesanos de la península ibérica trabajando en la fabricación de una serie de esculturas cuya singularidad formal y tiempo exacto de producción han sido calculados para responder simultáneamente a acontecimientos relevantes a lo largo del 2016. El vídeo va acompañado de los objetos escultóricos resultantes de la sincronización. Con ello se pretende dar una visión parcial de un momento histórico determinado a partir del cuestionamiento de las jerarquías de la información y, sobre todo, del mito que vertebra el Occidente contemporáneo: el mito del progreso lineal de la temporalidad.
Este mito se sirve de otros: el historicismo y el positivismo. El primero, como lectura en clave diacrónica del conjunto de los hechos, y el segundo, como discurso que abarca el conjunto de lo real en base a la racionalidad de la ciencia técnica. Estos tres mitos comparten una temporalidad única, la diacronía. Cuestionar la temporalidad a partir de la cual aprehendemos el total de lo real es entrar de lleno en la diferencia entre una Modernidad que nombra la historia entera occidental —y cuyo programa es dominar el mundo a partir de los ideales del progreso y la superación continua— y una era que parte de unos presupuestos radicalmente diferentes. Desde este punto de vista, la obra ‘Sincronías 2016’ funciona como un antimonumento. La sincronía escapa/resiste/combate dos de los presupuestos básicos asociados a la idea de monumento en la modernidad: la interpretación lineal del tiempo y la noción de fundamento.
Los acontecimientos sincronizados han sido el Brexit (cerámica), los JJ. OO. de Río de Janeiro (hierro), los debates entre Hillary Clinton y Donald Trump (madera), el regreso del diestro José Tomás (barro), el cierre del Louvre debido a las inundaciones (piedra), la conjunción Venus-Júpiter del 27 de agosto (ocarina), las migraciones animales de otoño (cuero), los 314 días sin Gobierno en España (forja), estadísticas en tiempo real de fenómenos celestes (vidrio) y el regreso de ISIS a la ciudad de Palmira (vidrio soplado al mandilón).
La Comisión Evaluadora ha valorado la capacidad de esta propuesta para “extrapolar lo que cabría considerar un juego con las propiedades físicas de los objetos a aquel sistema que ordena y rige las sociedades contemporáneas”.
Tráiler de la obra